miércoles, 20 de marzo de 2013

Ramón Bilbao Crianza 2008 e "Historias de Filadelfia"




Estamos ante dos clásicos, uno del cine y otro de los vinos de Rioja. Pero ambos permanecen jóvenes gracias a su dinamismo y su ritmo ágil. Los dos nos pueden sonsacar una sonrisa fácil e inteligente, provocada por esos fantásticos matices y su relativa complejidad.
La frescura de frutos negros y rojos, un magnífico guión, la paciencia sosegada de una madera que permite respirar a la fruta, la elocuencia de unos actores en estado de gracia... Todo encaja en este clásico que permanecerá insosegable en nuestra mente. Dos obras tremendamente sofisticadas, elegantes y sutiles que nos costará muy poco dijerir. Con un cuerpo concentrado, meloso y espectacular. Con un tanino que hace salivar y pide otro trago. Con esa retronasal donde reaparece esa madera ligeramente especiada, que entraña vainilla y coco. Con esa espectacular banda sonora y cuidada fotografía. Se trata de una interpretación más moderna de los clásicos vinos de Rioja, pero sin perder la compostura. Al igual que la película dirigida por Cukor, un clásico que todavía hoy sigue sorprendiendo por su intemporalidad. Un clásico que nunca nos aburrirá, que te reclamará una vez más.




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