Estamos ante dos clásicos, uno
del cine y otro de los vinos de Rioja. Pero ambos permanecen jóvenes gracias a su dinamismo y su ritmo ágil. Los dos nos
pueden sonsacar una sonrisa fácil e inteligente, provocada por esos
fantásticos matices y su relativa complejidad.
miércoles, 20 de marzo de 2013
viernes, 15 de marzo de 2013
Cineastas Bodegueros
Existe
una larga lista de cineastas, tanto directores como actores, que
siempre se han interesado por el mundo del vino. Esta pasión ha
llevado a muchos de ellos a emprender su andanza un poco más allá
del mero consumo. De esta forma, unas cuantas ilustres figuras del
gremio, tanto españoles como extranjeros, se han lanzado hacia el
duro oficio de bodegueros. De esta manera, aprovechan su nombre e
imagen como una poderosa arma de promoción.
Entrando
con esa pequeña ventaja en un mercado especialmente competitivo, ya
que sólo en España encontramos más de 15.000 marcas de vino. Y
para cualquier consumidor amante del séptimo arte, siempre hace
ilusión beber el vino de importantes figuras del cine.
miércoles, 13 de marzo de 2013
Película y Botella
En la gran mayoría de artículos he hablado de películas en las que el vino o el viñedo tenía algún tipo de papel, más o menos importante. En esta pequeña sección "Película y botella", se relacionarán películas con vinos. Pero en este caso, la relación entre ambos no será directa, es decir, puede no aparecer vino en todo el metraje del film. El nexo común entre ambos mundos será sensaciones y emociones personales que emanen tanto de los vinos como de las películas.
Esta entrada se irá actualizando a medida que vaya viendo películas, que a mi cabeza le de por pensar y a mi boca por beber.
sábado, 9 de marzo de 2013
El viñedo y el paisaje vitícola en el cine (Parte 2)
Continuaré
hablando de la relación entre el característico paisaje vitícola y
el cine. Comenzaré esta vez por “Mucho ruido y pocas nueces”, se
trata de una adaptación de la comedia romántica escrita por William
Shakespeare. Esta obra de teatro narra la llegada y estancia del
Príncipe Don Pedro de Aragón (Denzel Washington) que será
acompañado de su hermano bastardo Don Juan (Keanu Reeves), de
Benedicto (Kenneth Branagh) y de Claudio (Robert Sean Leonard) a una
bucólica y paradisíaca villa de la campiña siciliana (Mesina).
Donde son recibidos con gran regocijo por el caballero Leonato, que
vive con su hija Hero (Kate Beckinsale) y su sobrina Beatriz (Emma
Thompson).
En estos escenarios nacerán y morirán amores, traiciones, enredos,
pasiones, conspiraciones, sonrisas y lagrimas.
En
este film, dirigido por la buena mano Kenneth Branagh, se muestra el
vino, la vendimia y el propio paisaje vitícola como motivo de
celebración, frenesí, felicidad y casi éxtasis. Esas sensaciones
se mezclan perfectamente con los parajes bucólicos del sur de Italia
en ese comienzo desenfrenado del film, repleto de juventud,
resplandeciente jovialidad, lucida vitalidad y bellos placeres
sutiles. Que parece hacer referencia al recuerdo de las bacanales y festejos
ofrecidos al incorregible dios romano Baco.
Cambiando de escenario, nos dirigimos al noroeste. Donde podemos degustar la campiña francesa en todo su esplendor en “Cuento de otoño”. Siendo uno de los escenarios más plenos que el viñedo ha dado a un argumento cinematográfico. La película pone punto y final a la serie de cuentos que el director, Éric Romher, dedicó a las cuatro estaciones. Este genio, uno de los estandartes de la Nouvelle vague, nos cuenta la historia de dos amigas, Isabelle y Magali. La primera de éstas se empeña en presentar un nuevo hombre a su amiga, que haga desaparecer la soledad en la que se encuentra sumida desde que sus hijos se han ido a la universidad.

domingo, 3 de marzo de 2013
El viñedo y el paisaje vitícola en el cine (Parte 1)
El
viñedo y el paisaje vitícola, por todas sus peculiaridades, puede
emplearse como una herramienta más en manos de directores y
realizadores en sus películas. Estos parajes,
generalmente constituidos por monocultivos de vid, suelen esconder
algún tipo de simbolismo, metáfora o personificación. A continuación, intentaré expresar algunas de mis interpretaciones de diferentes películas. Algunas pueden resultar atrevidas o rebuscadas pero, desde que me intereso por este mundo de la enología, no puedo evitar decir como un tonto cuando aparecen viñas en alguna película o serie: "Mira, si ahí hay un viñedo", y sacar algún tipo de conclusión.

De
este modo, vemos a la viñas como un personaje más. Siendo
protagonista en esos parajes invernales, fríos, tétricos, desolados y
grises que entrañan una inmejorable consonancia con el desarraigo
social de la protagonista. Y conjuntamente emanarán una cruda sensación
de melancolía. A
pesar de ello, parece que el único momento en el que la protagonista
encuentra paz es entre esas cepas desnudas y retorcidas.
En
“El Gran dictador” de Charles Chaplin, se fusiona a la perfección
humor, sátira y crítica política. Fue un grito de repulsa frente a
los totalitarismos que asolaban Europa cuando se lanzó la película en
1940. Con ese, ya clásico, juego del líder fascista con el globo
del mundo y ese gran discurso final, que bien podría aplicarse a
estos tiempos actuales; eso si, eliminando ciertos matices.
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